lunes, 19 de enero de 2009



Adolf Hitler
and
Benito Mussolini































Mauser C-96

























Hotchkiss M1909 Benet-Mercie





























Imagen de una granada 24






















M1918 BAR junto a granada MK 2















Fusil alemán Mauser Gewehr 98
































































































































































sábado, 17 de enero de 2009

La Segunda Guerra Mundial fue el conflicto armado más grande y sangriento de la historia mundial, en el que se enfrentaron las Potencias Aliadas y las Potencias del Eje, entre 1939 y 1945. Fuerzas armadas de más de setenta países participaron en combates aéreos, navales y terrestres. Por efecto de la guerra murió alrededor del 2% de la población mundial de la época (unos 60 millones de personas), en su mayor parte civiles. Como conflicto mundial comenzó el 1 de septiembre de 1939 (si bien algunos historiadores argumentan que en su frente asiático se declaró el 7 de julio de 1937) para acabar oficialmente el 2 de septiembre de 1945.


Antecedentes
Las causas de la Segunda Guerra Mundial más inmediatas al estallido de la misma son, por una parte, la
invasión de Polonia de 1939 por parte de los alemanes, y los ataques japoneses contra China, los Estados Unidos de América y las colonias británicas y holandesas en Asia. La Segunda Guerra Mundial estalló después de que estas acciones agresivas recibieran como respuesta una declaración de guerra, una resistencia armada o ambas por parte de los países agredidos y aquellos con los que mantenían tratados. En un primer momento, los países aliados estaban formados tan sólo por Polonia, Gran Bretaña y Francia, mientras que las fuerzas del Eje consistían únicamente en Alemania e Italia, unidas en una alianza mediante el Pacto de Acero.
A medida que la guerra progresó, los países que iban entrando en la misma (al ser de forma voluntaria, o al ser atacados) se alinearon en uno de los dos bandos, dependiendo de su propia situación. Ese fue el caso de los Estados Unidos y la URSS, atacados respectivamente por Japón y Alemania. Algunos países, como Hungría, cambiaron su alineamiento en las fases finales de la guerra.
En Europa


Expansión de Alemania de 1935 a 1939
Durante la elaboración del
Tratado de Versalles, se presentó el problema de la compensación que Alemania debía pagar a los vencedores. El Reino Unido obtuvo la mayor parte de las colonias alemanas en África y Oceanía (aunque algunas fueron a parar a Japón y a Australia). Por su parte, Francia, en cuyo suelo se desarrolló la mayoría de los combates del frente occidental, recibió el pago de una gran indemnización y la recuperación de Alsacia y Lorena, que habían sido anexadas a Alemania por Otto von Bismarck tras la Guerra Franco-prusiana en 1870.[3]
En el Imperio ruso, la Dinastía Románov había sido derrocada y reemplazada por un gobierno provisional que a su vez fue derrocado por los bolcheviques de Lenin y Trotsky. Después de firmar el humillante Tratado de Brest-Litovsk, los bolcheviques tuvieron que hacer frente a una guerra civil, que vencieron, creando la URSS en 1922. Sin embargo, ésta había perdido enormes territorios por haberse retirado prematuramente de la guerra. Estonia, Letonia, Lituania y Polonia resurgieron en el mapa a partir de una mezcla de territorios rusos y alemanes tras el tratado de Versalles.
En Europa Central, nuevos estados aparecieron tras el desmembramiento del
Imperio Austrohúngaro: Austria, Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia, que además tuvo que ceder territorios a la nueva Polonia, a Rumanía y a Italia.
En Alemania, la visión popular del
Tratado de Versalles era muy negativa: bajo su cobertura legal se había desmembrado el país, la economía alemana se veía sometida a pagos y servidumbres a los Aliados considerados abusivos, y el estado carecía de fuerzas de defensa frente a amenazas externas, sobre todo por parte de la URSS, que ya se había mostrado dispuesta a expandir su ideario político por la fuerza. Esta situación percibida de indefensión y represalias abusivas, combinada con el hecho de que nunca se llegó a combatir en territorio alemán, hizo surgir la teoría de la Puñalada por la espalda, la idea de que en realidad la guerra se podía haber ganado si grupos extranjeros no hubieran conspirado contra el país, lo que hacía aún más injusto el ser tratados como perdedores. Surgió así un gran rencor a nivel social contra los Aliados, sus tratados, y cualquier idea que pudiera surgir de ellos.
La desmovilización forzosa del ejército hasta la fuerza máxima de 100.000 hombres permitida por el tratado (un tamaño casi testimonial respecto al anterior) dejó en la calle a una cantidad enorme de militares de carrera que se vieron obligados a encontrar un nuevo medio de subsistencia en un país vencido, con una economía en pleno declive, y tensión social. Todo eso favoreció la creación y organización de los
Freikorps, así como otros grupos paramilitares. La lucha de los Freikorps y sus aliados contra los movimientos revolucionarios alemanes como la Liga Espartaquista (a veces con la complicidad o incluso el apoyo de las autoridades) hizo que tanto ellos como los segmentos de población que les apoyaban se fueran inclinando cada vez más hacia un ideario reaccionario y autoritario, del que surgiría el nazismo como gran aglutinador a finales de los años 20 e inicios de los 30. Hasta entonces, había sido un partido en auge, pero siempre minoritario; un intento prematuro de hacerse con el poder por la fuerza (el Putsch de Múnich) acabó con varios muertos, el partido ilegalizado y Hitler en la cárcel. Es durante ese periodo de encarcelamiento que escribió el Mein Kampf (Mi lucha), el libro en el que sintetizó su ideario político para Alemania.
El caldo de cultivo existente a nivel social, combinado con la
Gran Depresión de inicios de los 30 hizo que la débil República de Weimar no fuera capaz de mantener el orden interno; los continuos disturbios y conflictos en las calles incrementaron la exigencia de orden y seguridad por parte de sectores de la población cada vez más amplios. Sobre esa ola de descontento y rencor, el Partido Nazi, liderado por Adolf Hitler se presentó como el elemento necesario para devolver la paz, la fuerza y el progreso a la nación. Los ideólogos del partido establecieron racionalizaciones que justificaban todas las ideas que hoy día resultan controvertidas en su ideario: la remilitarización era imprescindible para librarse del yugo opresor de las antiguas potencias Aliadas; la inestabilidad del país era ocasionada por movimientos sociales de base extranjera (comunistas) o grupos de presión no alemanes (judíos), culpables además de haber apuñalado por la espalda a la Gran Alemania en 1918; además, Alemania tiene derecho a recuperar los territorios que fueron suyos, así como asegurarse el necesario espacio vital para asegurar su crecimiento y prosperidad. Todas estas ideas quedaron condensadas en el Mein Kampf.
Partiendo de las afrentas reales y comprobables causadas por el Pacto de Versalles, los nazis lograron racionalizar las partes más duras de su ideario, de modo que potenciaron, alimentaron y extendieron la necesidad de reparación en la sociedad alemana, mezclando los problemas reales con las necesidades de su propio programa político, presentando el
militarismo y la adherencia a la disciplina fascista como las únicas vías capaces de reconducir la situación. Del mismo modo se justificó la represión brutal de cualquiera que no pensara del mismo modo o fuera percibido como un enemigo del estado. Y el clima existente a causa del Pacto hizo que a la sociedad en general no le preocupase lo más mínimo el incumplimiento de cualquier tipo de tratado internacional. Hasta 1932, el NSDAP fue incrementando su cuota electoral en las elecciones federales, manteniendo un estilo político igual de bronco y agresivo que el que practicaba en la calle.
En noviembre de
1932 tienen lugar las octavas elecciones federales alemanas, en las que el NSDAP perdió algo más de un 4% de votos, quedando en un 33,1%. Al ser la lista más votada, y ante la imposibilidad de lograr una opción de consenso entre las demás fuerzas políticas, el presidente Hindemburg nombra canciller a Hitler y le ordena formar gobierno. El 27 de febrero de 1933, un incendio inexplicable arrasa el Reichstag, la sede del parlamento alemán. A raíz del mismo, Hitler declara el estado de excepción. Pronto surge desde el partido nazi la acusación de que los comunistas son los instigadores de la quema, y Hitler logra que un Hindenburg ya muy mermado de salud firme el Decreto del Incendio del Reichstag, aboliendo tanto al partido comunista como a cualquier organización afín al mismo. Con sus principales enemigos políticos ilegalizados, Hitler procede a convocar las novenas elecciones federales alemanas el 5 de marzo de 1933, logrando esta vez un 43,9% de votos y pasando a gobernar, en coalición con el DNVP, en mayoría absoluta. Una vez conseguido el poder político, la noche del 30 de junio al 1 de julio de 1934, Hitler se quita de encima a los principales opositores políticos que aún tenía, tanto de su partido como de los otros, en la llamada Noche de los cuchillos largos. Con esta acción de fuerza logró también el apoyo del ejército y la industria.

Benito Mussolini (izquierda) y Adolf Hitler (derecha), líderes de la Italia fascista y de la Alemania nazi respectivamente.
Rápidamente, Hitler restauró en Alemania el servicio militar generalizado que había sido prohibido por el Tratado de Versalles,
remilitarizó la Renania en 1936 y puso en práctica una política extranjera agresiva, el pangermanismo, inspirada en la búsqueda del Lebensraum, destinada a reagrupar en el seno de un mismo estado a la población germana de Europa central, comenzando por Austria (Anschluss) en marzo de 1938. El principal objetivo declarado de la política exterior alemana de la época inmediatamente anterior a la guerra era, por una parte, la recuperación de esos territorios, así como del Corredor polaco y la Ciudad libre de Danzig, en los antiguos territorios de Prusia perdidos por Alemania después de 1918. Esas reclamaciones territoriales constantes constituían elementos importantes de inestabilidad internacional, pues Berlín reivindicaba abiertamente su restitución, de forma cada vez más agresiva, con la intención de reconstruir la Gran Alemania.
El apoyo al levantamiento militar del General
Francisco Franco en España por parte de Italia y Alemania con tropas y armamento desafió abiertamente al acuerdo de no-intervención en el conflicto civil (Guerra Civil Española) de las naciones extranjeras. Hitler había firmado ya el Pacto de Acero con Mussolini, el único de los dirigentes europeos con un ideario similar. El apoyo a las fuerzas franquistas fue un intento de establecer un estado fascista controlando el acceso al Mediterráneo con vistas a una futura guerra europea, algo que solo les funcionó a medias.
El oeste de
Checoslovaquia (la región conocida como los Sudetes) era el hogar de una gran cantidad de población de ascendencia germana, cuyos derechos, según el gobierno alemán, estaban siendo infringidos. La anexión de los Sudetes fue aceptada en Múnich en septiembre de 1938 tras una conferencia tripartita entre Alemania, Francia y Gran Bretaña, donde el francés Edouard Daladier y el primer ministro inglés Neville Chamberlain, siguiendo una Política de apaciguamiento, confiaron en que sería la última reivindicación de la Alemania nazi. Hitler había transmitido personalmente esa idea a Chamberlain, tras entregarle un conjunto de informes con supuestas atrocidades cometidas contra habitantes alemanes en los Sudetes. La postura inglesa y francesa se debía en gran parte a la reticencia de sus poblaciones a verse envueltos de nuevo en una guerra a escala mundial, así como al convencimiento (sobre todo por parte de ciertos sectores de la sociedad inglesa) de que realmente el Tratado de Versalles había sido excesivo.
Sin embargo, en marzo de
1939 los ejércitos de Alemania entraron en Praga y asumieron el control de los territorios checos restantes. El día siguiente Hitler, desde el Castillo de Praga, proclamó el Protectorado de Bohemia y Moravia, a la vez que propició la aparición del estado títere de Eslovaquia. También se apoderó del territorio de Memel, perteneciente a Lituania. El fracaso del apaciguamiento demostró a las potencias occidentales que no era posible confiar en cualquier tratado que pudiera firmarse con Hitler, así como que sus aspiraciones de poder y expansión no podían seguir siendo toleradas. Polonia y Francia firmaron un acuerdo de mutua defensa el 19 de mayo de 1939, que posteriormente también suscribió Gran Bretaña.
Por su parte, Alemania y la URSS firmaron el
23 de agosto del mismo año el Pacto Ribbentrop-Molotov, que incluía un protocolo secreto por el que ambas potencias se dividían Europa central en esferas de influencia, incluyendo la ocupación militar. El tratado establecía el comercio e intercambio de petróleo y comida de la URSS a Alemania, reduciendo así el efecto de un futuro bloqueo por parte de Gran Bretaña como el que casi había ahogado a Alemania en la Primera Guerra Mundial. Hitler pasó entonces a centrarse en la preparación del futuro conflicto con los Aliados cuando, como pretendía, invadiera Polonia con el fin de incorporarla a Alemania. La ratificación del tratado de defensa entre Polonia y el Reino Unido no alteró sus planes.

Cartel propagandístico ensalzando la figura de Benito Mussolini.
Benito Mussolini se había convertido en líder indiscutido de Italia durante ese mismo período de entreguerras. Expulsado del Partido Socialista Italiano por apoyar la participación de Italia en la Primera Guerra Mundial, en 1919 fundó los Fasci italiani di combattimento, grupo militar integrado por excombatientes, que reprimían a los movimientos denominados obreros y al partido socialista; era por tanto análogo a los Freikorps alemanes tanto en ideario como en actuación. El fascismo creado por Mussolini defendía un régimen militarista, autoritario, nacionalista, que centralizara el poder en una persona y un movimiento (Partido Nacional Fascista en el caso italiano) y contrario a las instituciones democráticas. Los fascistas tomaron como emblema el fascio, antiguo símbolo de poder entre los romanos, consistente en un haz de varas con un hacha en el centro.
En estos años los movimientos
obrero y campesino se manifestaron de manera más radical al tomar las fábricas y las tierras bajo su control, en un intento por imitar la revolución rusa. Los industriales y terratenientes, asustados por esta amenaza a sus intereses, apoyaron económicamente a los Fasci di combattimento. En septiembre de 1922 los camisas negras, como también eran conocidos los fascistas, organizaron una marcha sobre Roma, para presionar al gobierno por la incapacidad de resolver la situación económica. En respuesta, Víctor Manuel III nombró a Mussolini primer ministro. Este empezó a autodenominarse Duce ('Caudillo'), y estableció un gobierno totalitario. Creó el Gran Consejo Fascista que controló el Parlamento. Persiguió a los sindicatos, al Partido Socialista, prensa contraria a su gobierno, y a la Iglesia. Suprimió las libertades individuales y el derecho de huelga. Controló los medios de comunicación y solo permitió propaganda que exaltara el nacionalismo y el fascismo. También introdujo el militarismo en el sistema educativo italiano.
Del mismo modo que Hitler en Alemania, Mussolini defendía el derecho de Italia a la expansión territorial, de grado o por fuerza. Mussolini comenzó una gran campaña expansionista conocida como el
colonialismo italiano. Estableció colonias en Somalia, Eritrea y Libia, y conquistó por la fuerza Abisinia y Albania, ignorando las protestas de la Sociedad de Naciones.

Desarrollo de la contienda según territorio conquistado; en azul los territorios bajo control de los aliados occidentales, en rojo las zonas controladas por la URSS y sus aliados, y en negro los territorios bajo control del Eje.
Fecha
1 de septiembre de 19399 de septiembre de 1945
Lugar
Europa, África, Asia y Oceanía
Resultado
Victoria aliada. Creación de las
Naciones Unidas. Surgimiento de los Estados Unidos de América y la Unión Soviética como superpotencias. Creación de las esferas de influencia del Primer Mundo y el Segundo Mundo en Europa que derivaron en la Guerra Fría. Inicio de un proceso de descolonización mundial.
Cambios territoriales
División de Alemania en
RDA y RFA. Creación del estado de Israel.
Beligerantes
Eje: Alemania Italia, Japóny otros...
Aliados: Gran Bretaña, Francia,Unión Soviética, Estados Unidos, China, Polonia Canadáy otros...
Comandantes
Adolf Hitler, Benito Mussolini, Hirohito / Hideki Tōjō
Winston Churchill, Charles de Gaulle, Iósif Stalin, Franklin Roosevelt Harry S. Truman, Chiang Kai-Shek Mao Zedong
Bajas
Muertos militares:8.000.000Muertos civiles:4.000.000Muertos en total:12.000.000
Muertos militares:17.000.000Muertos civiles:33.000.000Muertos en total:50.000.000
vde
Teatros de operaciones de la Segunda Guerra Mundial(1 de septiembre de 1939 a 2 de septiembre de 1945)
Europa y Norte de ÁfricaÁfricaOriente MedioAsia y PacíficoAtlántico

ARMAS
Ametralladora Lewis

La ametralladora Lewis fue diseñada en Estados Unidos antes de la Primer Guerra Mundial y fue usada en esta por las fuerzas del Imperio Británico. La Lewis es fácilmente identificable debido al amplio tubo de refrigeración alrededor del cañón y al cargador montado en la parte superior del arma.

Ametralladora Maxim

Uno de los modelos más antiguos de Maxim, en uso por la
Royal Navy.
La ametralladora Maxim fue la primera
ametralladora automática portátil. La inventó el británico nacido en Estados Unidos Sir Hiram Maxim, en 1884.

C-96

La C-96 fue una pistola semiautomática que conoció un amplio uso. Fue producida desde
1896 hasta 1936 en Alemania, así como de forma modificada - bajo licencia o sin ella - en otros países tales como España y especialmente China.
Las principales características que distinguen a la C-96 es el cargador interno situado delante del gatillo, el largo cañón, el culatín de madera que a la vez le sirve de funda y el mango con forma del cabo de una escoba, que le hizo ganarse el apodo de "Broomhandle" en los países angloparlantes. La Mauser C-96 puede considerarse una de las primeras armas para defensa personal, ya que su largo cañón y potente cartucho le otorgaban un mayor alcance y mejor capacidad de penetracion que la mayoría de pistolas de la época


Flammenwerfer M.16.

El Flammenwerfer M.16. fue el lanzallamas estándar del ejército Austro-Húngaro. Se cree que solo vio acción en la Primera Guerra Mundial y poco posiblemente fue usado en la Segunda Guerra Mundial.
El lanzallamas, que llenaba de terror a los soldados franceses y británicos cuando era utilizado por el ejército alemán durante las fases tempranas de la Primera Guerra Mundial en 1914 y 1915 (y que rápidamente fue utilizado por ambos) no era un arma especialmente innovadora.
El lanzallamas fue inevitablemente rediseñado y perfeccionado durante los siglos siguientes, aunque los modelos vistos durante los días tempranos de la Primera Guerra Mundial fueron desarrollados durante el cambio de siglo del XIX al XX. Los alemanes probaron dos modelos de lanzallamas (o Flammenwerfer en alemán) al comienzo del siglo XX, uno grande y uno pequeño, ambos desarrollados por Richard Fielder.
El más pequeño y ligero Flammenwerfer (el Kleinflammenwerfer) fue diseñado para ser portátil y de un solo operario. Usando aire presurizado y dioxido de carbono o nitrógeno propelia un torrente de combustible en llamas hasta una distancia de 18 metros.
El modelo pesado de mayor tamaño (el Grossflammenwerfer) funcionaba sobre el mismo diseño del anterior pero no lo podía transportar una sola persona. Su máximo alcance era el doble del modelo reducido y podía ser operativo de manera constante durante unos, por aquel entonces, impresionantes cuarenta segundos, aunque se consideraba extremadamente caro debido a su alta consumición


Granada modelo 24

El Modelo 24 Stielhandgranate (En Español: granada de mango) fue la granada estándar del ejército alemán en las dos guerras mundiales. La muy distintiva apariencia la condujo a ser apodada la granada varita o moledor de patatas en el argot británico, siendo hoy en día una de las granadas de mano más fácilmente reconocibles del siglo XX.

Hotchkiss M1909 Benet-Mercie

Ametralladoristas del Segundo Regimiento de Infantería Ligera del Rajput de la Reina Victoria con una Hotchkiss Mark I en Flandes, invierno de 1914-1915.
La ametralladora Hotchkiss M1909 fue una ametralladora ligera de diseño francés de inicios del siglo
XX, desarrollada y construída por Hotchkiss et Cie. También es conocida como la Hotchkiss Mark I y M1909 Benet-Mercie.
Fue adoptada por el Ejército Francés como la Hotchkiss M1909 (o Mle 1909) en 1909, disparando cartuchos 8 mm Lebel (8 x 50 R).
En Inglaterra fue producida una variante que empleaba el cartucho .303 (7,70 x 56 R), llamada "Hotchkiss Mark I" y fabricada en Enfield. El Ejército Británico empleó tres modelos diferentes de ametralladora: la ametralladora media
Vickers, la Hotchkiss en las unidades de caballería y la Lewis en las unidades de infantería.
Fue adoptada por el Ejército Estadounidense en 1909 con la denominación de "Fusil Automático Benet-Mercie de calibre .30, Modelo estadounidense de 1909" y empleando el cartucho .30-06 (7,62 x 63). Su nombre proviene de tres fuentes: Hotchkiss (del estadounidense Benjamin B. Hotchkiss, que fundó la empresa en
Francia); los dos principales diseñadores, Lawrence Benet y Henri Mercie; y del sistema militar de denominación de la época, que empleaba el término "Modelo del año". Lawrence Benet había formado parte de la anterior dirección del US Army Ordnance al momento de ser adoptada.
También es comocida como Hotchkiss M1909 y M1909 Benet-Mercie, pero no debe ser confundida con la ametralladora media Hotchkiss M1914.
Fue empleada por varios países, inclusive
Bélgica y Australia

Lee-Enfield
El Lee-Enfield fue el fusil de cerrojo, alimentado por cargador, estándar en el Ejército Británico desde 1895 hasta 1956. Siendo el arma en servicio durante la primera mitad del siglo XX, ha sido utilizado en ambas guerras mundiales y además por miembros de la Commonwealth, incluyendo la India, Australia y Canadá. Dispara cartuchos del calibre .303 desde un cargador extraíble con capacidad para diez balas, que se rellenaba utilizando peines de cinco proyectiles, y tuvo una producción total estimada, incluyendo todas las variantes, de unos 17 millones de unidades.

Luger P08

La Parabellum-Pistole (Pistola Parabellum), popularmente conocida como Luger, es una pistola semiautomática accionanda por retroceso. El diseño fue patentado por Georg Luger en 1898 y producida por la fabrica alemana de armas Deutsche Waffen und Munitionsfabriken (DWM) a partir del año 1900; es una evolución del modelo diseñado por Hugo Borchardt en 1898, conocido como C-93.
La Luger se hizo popular gracias a su empleo por parte de
Alemania durante la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial. Aunque los primeros modelos de la Luger fueron fabricados en calibre 7,65 x 22 Parabellum, es famosa por ser la pistola para la cual se desarrolló el cartucho 9 x 19 Parabellum.

M1911

La M1911 es una pistola semiautomática de acción simple de calibre .45 ACP. Fue la estándar del Ejército estadounidense desde 1911, en 1921 se modificó levemente su forma para ser más fácil de empuñar, pasando a llamarse M1911A1, en esa configuración permaneció en uso hasta 1985, y aún hoy en día se sigue usando debido a su gran poder de parada, aún habiendo otros modelos más avanzados como la Glock 21, la SIG P220 y Heckler & Koch Mark 23.

MP18

El MP-18 Schmeisser se trata de un subfusil ametrallador alemán. A pesar de su peso, robustez y rudeza, fue pionero para la época 1920 a 1930 (sustituido por la variante MP-28 de la misma casa), uno de los primeros (o el primero) y precursores eficaces de los subfusiles actuales. Fue creado por el diseñador de armas Hugo Schmeisser.

Mauser 98

El Mauser 98 es un fusil alemán diseñado por Paul Mauser en 1898 y rápidamente adoptado por el ejército alemán, quien a su vez lo utilizó en la Primera Guerra Mundial. También llamado Gewehr 98.
El fusil Mauser 98 es considerado el mejor fusil de cerrojo de la
historia (en base a diseño y precisión). Aunque el diseño del Mauser heredó una mala característica de sus antecesores, y ésta es la longitud total del arma (125 cm y 160 cm con la bayoneta calada), lo cual lo convierte en un obstáculo para la guerra dinámica o para la guerra en lugares estrechos (guerra de trincheras). Sin embargo, el ejército alemán no se vio en grandes desventajas, ya que los fusiles de sus enemigos en la Primera Guerra Mundial (Inglaterra y Francia) eran igual o más largos que el propio Mauser.
El diseño del Mauser 98 fue modificado, principalmente para crear un fusil más corto. De allí nacieron varios prototipos que llevaban por dentro al Mauser 98, como el fusil utilizado por la propia
Alemania durante la Segunda Guerra Mundial: el Mauser 98k.
Aunque el Mauser 98 es un fusil muy bien diseñado, se trata de un arma de cerrojo de recarga manual, por lo que era más lento de disparar comparado, por ejemplo, con el
M1 Garand estadounidense. No obstante, la calidad y precisión hacían que este fusil superase a los semiautomáticos. De hecho, cuando en 1943 se empezaron a distribuir los primeros G43 (Gewehr 43) los soldados alemanes preferían conservar sus viejos Mauser Kar 98k, aduciendo falta de fiabilidad o de precisión de los nuevos fusiles. Lo cierto es que ningún otro fusil semiautomático de la época podía impactar a un blanco a 1,4 km y ninguno podía soportar tantas inclemencias como el Mauser 98k

Mosin-Nagant

El Mosin-Nagant (en ruso: Винтовка Мосина) es un fusil militar accionado por cerrojo, con cargador de cinco cartuchos, que fue utilizado por las fuerzas armadas de la Rusia Imperial y más tarde la Unión Soviética y diversas naciones del bloque oriental.
Fue el primero en utilizar munición
7,62 x 54 R. Estuvo en servicio de diversas formas desde 1891 hasta la década de 1960 en muchas naciones de Europa oriental, que fue finalmente reemplazado en su última función como un fusil de francotirador por el SVD. El Mosin-Nagant aún se puede encontrar en uso como fusil de servicio en muchos ejércitos modernos y conflictos armados, debido a su gran resistencia y amplio suministro producido durante la Segunda Guerra Mundial.
Estos fusiles fueron reutilizados y modificados en varias ocasiones y sirvieron como fusil de entrenamiento durante los
años 1960 y 1970. Muchos de esos fusiles fueron producidos localmente en los años de la posguerra

Nagant M1895

El Revólver Nagant fue diseñado y producido por el armero belga Léon Nagant. Fue adoptado, en diversos modelos, por la Policía y el Ejército de Suecia (el M1887 en calibre 7,5 mm), Noruega (el M1893), Polonia, Francia (en calibre 8 mm) y Grecia (el Peristrofon M1895), entre otros. Aunque el usuario más conocido fue Rusia, que lo adoptó como Modelo de 1895.

Rifle Automático Browning

El Rifle Automático Browning o BAR, siglas del nombre original en inglés Browning Automatic Rifle, también es conocido en el ejército estadounidense como M1918.
Este
rifle, diseño de John Moses Browning y producido tras su muerte por la Browning Arms Company, fue utilizado por Estados Unidos, desde 1918 hasta más allá de terminada la Segunda Guerra Mundial (1945). Aunque Estados Unidos ya poseía el BAR a su entrada en la Primera Guerra Mundial, increíblemente no lo llevó a la guerra contra los alemanes, con el pretexto de que los teutones podrían capturar este valioso rifle y copiar el muy bien guardado diseño. Así fue. Sus soldados no llevaron a la batalla este gran avance militar, para aquellos tiempos, y tuvieron que pelear solo con rifles de cerrojo. Mucho se han cuestionado los historiadores, ¿cuántas vidas estadounidenses se hubieran salvado de haber llevado consigo el BAR?. Tal vez nunca se sepa.
El BAR era un gran invento para su época. Tenía capacidad para 20 balas calibre .30 modelo de 1906. Más tarde surgieron versiones con soportes plegables más útiles (M1918A1), con seguros para el hombro, con mejores supresores de llama y con sostenedores en la parte superior del cañón (M1918A2), pero nunca dejó de ser el original M1918.
Ya en la Segunda Guerra, fue utilizado tan solo por una pequeña parte dentro de las fuerzas estadounidenses. Este rifle automático era necesario en cada
pelotón, pues proporcionaba una gran cantidad de fuego potente y sostenido, por lo que era considerado un arma de apoyo. Aunque muchos se quejaban de su peso (casi 8 kg), el poder y seguridad que proporcionaba al tirador inclinaban la balanza en su favor.

Springfield 1903

El Springfield 1903 es un rifle de cerrojo adoptado por el Ejército Estadounidense en la primera década del siglo XX. Para finales del siglo XIX, Estados Unidos no poseía más que el problemático, pesado e innecesariamente grande rifle Krag-Jorgensen.
Alemania, por el contrario, gracias a Paul Mauser logró poseer uno de los mejores fusiles de la historia: el Mauser 98, del cual muchos de los fusiles de otras naciones adoptaron el diseño.Como ejemplo de esto están el Lee-Enfield inglés, el Mosin-Nagant ruso, el Arisaka Modelo-38 japonés y el rifle Springfield estadounidense; por tal razón, a esta línea de copias del Mauser se les llamó Mausers modificados.